Es la tercera vez que paso frente a la puerta, no sé qué hacer, mis manos sudan, mis rodillas tiemblan y tengo esta sensación en el estómago. Y pensar que ella está ahí dentro a solo unos pasos; tal vez debería tocar a la puerta, pero tampoco deseo importunarla, sé que debe de estar ocupada y además no quiero arriesgarme a una descortesía.
Ya una vez frente a esta puerta le dije lo que sentía y ella, con el rostro sonrojado, me dijo que sentía lo mismo y corrió hacia dentro cerrando con fuerza. En aquella ocasión llamé a la puerta implorando su compasión, pero ella me dijo que debía esperar y no me quedó mas remedio que irme de aquí.
Dicen que cuando uno crece, con la independencia y madurez estos problemas se van, pero mientras tanto qué hago con esto que siento.
Tal vez debí decirle hace rato, debí tratar de hablar con ella cuando la encontré en el camino; yo marchaba apresurado hacia aquí y ella pasó corriendo a mi lado, por supuesto que me vio y supo que venía para acá, pero no quiso detenerse para evitar que se diera de nuevo nuestra acostumbrada discusión. Yo solo pude gritarle “¡Espera!”, pero como si no me hubiera oído, siguió corriendo, entró y cerró la puerta de un golpe.
Si ella siente esto al igual que yo, debería comprender y darme la oportunidad.
Desde que éramos niños hubo este problema, yo siempre tan tímido y ella, tal vez por ser un poco mayor que yo, siempre fue más resuelta en sus acciones.
Pero estoy decidido, no la molestaré ahora, no voy a llamar a la puerta, pero tampoco me iré de aquí, esperaré a que salga, tiene que salir y entonces, cuando se asome a la puerta y me vea aquí parado la miraré a los ojos, la sujetaré de los hombros con firmeza, la jalaré y diré:
“No aguanto más, ¡Ya quítate que me estoy cagando!”
Y por la noche hablaré con mamá y papá respecto a esta situación con mi hermana, deben entender que necesitamos otro baño.
Desde mi propio Aleph quedo con ustedes.
Hasta la próxima!
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Inche Cebollas, pensé que ya le estabas pegando al Carlos Cuauhtemoc Sanchez, ya me estaba hasta sintiendo mal por ti, aplicaste la faena perfectamente bien.
Saludos
este…
el mejor comentario que pudo hacer es:
el de la foto es heber?
Sincho
Jajajaj no había visto así a Heber de chiquillo…pero que pasó con el final estabas muy inspirado?
ESTABA EN ESE MOMENTO CUANDO SE DICE UNO A SÌ MISMO: QUE INTERESANTE!
CUANDO, DE REPENTE, ME HICISTE RECORDAR LAS TRAGEDIAS QUE SUELEN PASAR…
COMO SIEMPRE: EXELENTE TU RELATO, AL GRADO DE QUE NO SE ESPERA TAN INCREIBLE DESENLACE.
SALUDOS.
increible desenlace, muy romántico Lalo…. jeje saludosssss
Algo predecible, pero gracioso